lunes, 9 de julio de 2012

Os voy a contar una historia:
La historia de un barrio peculiar, situado en una ciudad cualquiera de este gran mundo.
En dicho barrio habitan personas extrañas, que son incapaces de hablar en persona, o de utilizar utensilios de tecnología punta,como puede ser el telefonillo o el teléfono. Asi que se lo hacen a gritos, sin importar que de esta manera puedan perder la intimidad de sus conversaciones. Son estas, personas sencillas, que no se sienten avergonzadas, ni  tienen nada raro que ocultar. De forma que si la persona con la que quieren hablar habita en un quinto piso. Sólo tiene que gritar su nombre y la persona en cuestión se asomará de inmediato (O alguien le gritara que no se encuentra en casa)
Es un barrio en el que la gente se tiñe el pelo y sale a la calle como si tal cosa, con papelitos plateados en la cabeza incluidos. Porque como ya he dicho, ell@s no sienten vergüenza por nada.
Donde la mayoría de la gente se "gana" la vida vendiendo lotería clandestina. Y acosan a sus posibles clientes entre susurros y secretismos, a la espera de conseguir una venta.
Donde vive el patriarca de la familia, con su bastón de oro y rubies. El Indio, que es acosado por la policía. El Gordo, que no hace nada, pero tampoco se está quieto, el Chivato, al que su mujer echa de casa todos los días antes de las ocho de la mañana y la Millonaria, que va todos los días a la calle, paseando su carrito de la compra eternamente vacio
Donde la gente se sienta en la sombra y hablan sobre todos los que conocen, de sus triunfos y sus miserias.
Donde el costo y otras drogas rulan que da gloria, hay peleas día sí y día también y los coches son decorados con figuritas de porcelana.
Puede que os parezca una exageración, pero puedo prometer que es verdad.

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